El Chiclana se tuvo que conformar con un sólo punto ante el Olont C.F., en un partido de los que demuestra lo indefinido que es el fútbol a veces. Muy injustamente, el Olont fue capaz de sacar un punto después de haber sido un equipo acrivillado durante la segunda parte, pero no precisamente a base de goles, ya que si las ocasiónes del Chiclana hubieran entrado, el conjunto onubense se hubiera llevado un buen racimo de goles, al menos cuatro o cinco, en caso de haber entrado las más claras.
Ambos equipos, hicieron todo lo posible por adaptarse a las pésimas condiciones del terreno de juego para que éste no fuera un hándicap. El cuadro albirrojo amenazó pronto al portero Adri, que acabó parando la primera falta favorable con lanzamiento de Carlos Martínez.
El defensa Flor también tuvo otra desde la frontal tras un rechace de un saque de esquina, pero el balón se marchó fuera rozando el palo. Al término de la primera parte, el Chiclana tuvo otra clara oportunidad, después de que Crespo le pusiera un balón a Lozano cuando estaba libre de marca, pero el cuero se estrelló en el palo.
Ya en la segunda parte, el dominio del Chiclana fue atoxigante, y en cuanto a ocasiónes, Jesús Flores disparó una falta abortada por el meta Adri. Luego, el arriete remató de cabeza sin suerte. A los 32 minutos de la segunda mitad, Carlos Martínez, hizo la jugada del partido y probablemente el detallazo de la temporada si se hubiera culminado, pero no fue así, hablamos de un pase de tacón hacia un desmarcado Lozano que sólo ante el meta envió la pelota fuera rozando el palo. Empezaba cada vez más, la furia, la rabia y el coraje después de la monumental cifra de ocasiónes, una desesperación que en hombres tan destacados como Flores, se vió reflejada y soltó el primer misil del Chiclana en 2010, pero el esférico pegó un estrallazo contra el travesaño.
En los últimos diez minuto, Lozano nuevamente libre de marca, lanza fuerte pero fuera por muy poco, también Crespo tuvo otra, que sacó un defensa; el defensa Romero sólo en el interior del área remató un buen balón que se marcha fuera. Y en el añadido, Lozano por un lado y Crespo por otro, volvieron a intentarlo, pero la defensa y el portero impidieron los goles que fueron ausencia en este partido, después de existir un Chiclana revolucionado al ataque, una afición que empujó al equipo en volandas y terminando el encuentro de una manera, en el que no existían ni esquemas, ni criterios de juego, sólo un dominador en solitario llamado Chiclana, una pelota que debía entrar en una portería, un Olont que a base de estorbo incluso, pudo amarrar el punto y tantas cosas que aún parece que andamos en una nube. Pocas veces en la vida, vemos como un partido así acaba 0-0.